Escribe Jacobo de Cessolis (siglo XIV) en su célebre obra “El Juego del Ajedrez o Dechado de la Fortuna, respecto a las causas por las que fue inventado el juego del Ajedrez, que: La Primera y principal fue el corregir y enmendar las costumbres del Rey... La segunda fue para evitar la ociosidad.
El rey… como viese al filósofo Jerjes –entre los Caldeos o Filometor para los griegos- jugando al ajedrez con muchos caballeros, barones y capitanes, a manera de batalla, maravillado de la belleza del juego y de la novedad de aquel pasatiempo no acostumbrado, quiso aprender las reglas y determino pelear jugando con el filósofo. Mas como este le dijese que no podía hacerlo, si antes no tomaba lecciones como discípulo, respondió el rey que ello era cosa conveniente y, deseoso de aprender de todos en todo, se sometió a sus enseñanzas. Entonces describió el filósofo la manera del tablero y de los trebejos, las costumbres o reglas del rey y de los nobles, así como los oficios populares, y atrajo al rey a corrección y formación en las virtudes y buenas costumbres. Pero cuando oyó como le censuraban por haber mandado matar a muchos sabios increpó al filósofo, pidiendo que le dijera por que había inventado este juego.
“¡A mi señor rey!”, respondió el filósofo, “deseo que tu vida sea gloriosa, lo cual por desgracia no es lo que veo. Si enseñando con justicia y buenas obras no eres amado del pueblo, ruégote, señor, que seas otro del que has sido, para que tu que te enseñoreas de los demás, pero no con justicia sino con violencia, seas dueño y señor de ti mismo. Pues ciertamente es injusto que quieras mandar sobre otros cuando ni siquiera mandas sobre ti mismo, y recuerda que al violento y al tirano el imperio no le puede durar mucho tiempo... Esta invención (del ajedrez) se hizo para tu enmienda (del rey que puede ser cualquier gobernante), pues los reyes han de sufrir con paciencia las correcciones de sus sabios, y oírlos de buena gana”
La segunda causa de esta invención fue como remedio a la ociosidad, de la cual dice Séneca… que estar ociosos sin libros o lecturas es la muerte del hombre en vida, y Varrón (Marco Terencio Varrón 684 DC) en su libro de Sentencias, que los que hacen camino no andan por andar, pues la vida no se hizo solo para vivirla, sino para que los hombres hagan a lo largo de su vida algo preclaro y señalado. Por esto el inventor del juego del ajedrez no solamente lo creo para enmendar al rey, sino para evitar la ociosidad y la tristeza causada por la holganza.
Obra primigenia del ajedrez, traducido del latín a prácticamente todos los idiomas y dialectos europeos, en el Dechado de la Fortuna, el Juego del Ajedrez alcanza la verdadera dimensión de su esencia, principio y fin: educar