Tuesday, November 23, 2010

FESTIVAL AJEDREZ UNAM

Festival enorme de Ajedrez. Suceso histórico en México, dice la leyenda que, “Había una vez un rey llamado Ladava, inmensamente rico y poderoso, en el reino de Taligana (India). Tras la muerte de su único hijo, Adjamir, en la guerra, se sumió́ en una profunda tristeza. Los súbditos hacían lo imposible para borrar su pena. Bufones, malabaristas, adivinos, músicos, y bailarines desfilaban ante el monarca, sin lograr hacerlo feliz. Un día apareció́ el sabio brahmán Sissa, quien le llevó un novedoso regalo: un juego capaz de interesarlo y devolverle la alegría a su corazón. Estaba compuesto por un tablero con 64 casillas blancas y negras, en ocho filas y ocho columnas.
El rey quedó encantado, se maravilló tanto que le dijo a Sissa: “¡Pídeme lo que quieras!”. El brahmán no aceptó dinero, ni oro, ni diamantes, ni títulos, ni joyas y bienes suntuosos. Humildemente, solo solicitó trigo distribuido así́: un grano por la primera casilla, dos por la segunda, cuatro por la tercera, ocho por la cuarta, 16 por la quinta, 32 por la sexta y, así́ sucesivamente; doblar la cantidad de granos por cada casilla del tablero hasta cubrir los 64 cuadros. El emperador quedó perplejo ante la modesta y extraña petición de Sissa. Le pareció́ insignificante y ridícula, sin imaginar la increíble cantidad de granos que se requería para cumplir la recompensa. El rey. Asombrado recibió́ una mega sorpresa, tras hacer cálculos se dio cuenta que en realidad era una cantidad desmesurada que no podía cubrir ni con todas las reservas del país. La fabulosa suma era ni más ni menos que 18.446.744.073.709.551.615 granos de trigo. Ni en sueños imaginó tal pago. Realmente, Sissa no aspiraba a adueñarse de tal cantidad de trigo. Era un sabio que solo quiso dar al rey una lección de humildad y prudencia. El monarca reconoció́ la inteligencia del brahmán. También aceptó que el arte y el juego es lo contrario a la guerra. Se comprometió́ a no emprender nuevas batallas. “¡Seré́ el guerrero de la paz!”, prometió́ a su pueblo.
El Ajedrez fue el tema y pretexto que abrió́ espacio a obras de teatro, musicales y lectura de cuentos al aire libre. Las explanadas de los principales foros y salas del Centro Cultural Universitario se convirtieron en escenarios teatrales, círculos de lectura y de convivencia familiar, en la Primera Gran Feria Internacional de Ajedrez, que efectúa la UNAM como parte de su centenario.
Conferencias, especialistas internacionales, Campeones Mundiales y los máximos exponentes del Ajedrez, se presentaron de manera gratuita, como es el caso de Anatoly Karpov, quien en su exposición, resalto “la importancia de incluir el ajedrez en los planes de estudio para estimular las habilidades aritméticas y cálculo mental de los alumnos… El ajedrez tiene que ver con el desarrollo de la disciplina, la memoria y es elemental para estimular el raciocinio en la toma de decisiones, lo que explica que muchos países lo hayan incorporado a sus programas de estudio”, señaló el ex Campeón Mundial. En el evento organizado por la UNAM con motivo del centenario de su fundación, el ajedrecista, destacó que este juego permite aprender las bases de las diferentes ciencias; su difusión y práctica entre niños y jóvenes repercute en la calidad de aprendizaje. Además, señaló, el ajedrez no tolera la droga, ni nada tiene que ver con conductas criminales o antisociales y, por el contrario, forja la personalidad y obliga a asumir decisiones.

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