SAPERE AUDE (atrevete a saber)

ATENTADO

“El Rey ordena por escrito que se ciegue a tal niño... la orden llega al Serrallo y es rápidamente comprendida... Los Eunucos lo conducen hasta el cruel mensajero que les arroja la orden... coge al niño... el rostro hacia arriba, y le sujeta la cabeza con el brazo izquierdo... Luego con una mano le levanta los párpados, con la otra toma el puñal y le saca las pupilas, una después de la otra, enteras, sin dañarlas... Las coloca en su pañuelo y se las lleva al Rey”

Espantosa descripción relatada por John Chardin en sus célebres viajes realizados en 1686 y que forma parte de las CARTAS SUREÑAS de próxima circulación, escritas en relación al suceso político-policiaco que se vivió en Temascaltepec hace seis años. La realidad rebasó a la ficción y el análisis quedo a la zaga de la cruel verdad. Lo único lamentable es la comprobación del epitafio de que "cada pueblo tiene el gobierno que se merece"

El atentado o accidente sucedido en Temascaltepec, no fue el que cobró la vida del Presidente Municipal, sino el que hizo de este suceso una repetición del poder despótico que tiraniza a la población del Estado de México. Poder que se sostiene con base en la ignorancia y la manipulación. Que somete a la gente con la mentira y la oscuridad. Maquinaria probada que engaña y seduce, promete y no cumple, pues justo para eso ha sido concebida. Modelo de poder Maquiavélico, quien le denominó "del Gran Turco", harto difícil de conquista, fácil de preservar. Poder despótico donde un Tirano gobierna a un pueblo de mujeres, a través de Eunucos.

EL PAPALOTE

Recuerdo que la primera vez que lleve a mis hijas a conocer el Museo del Papalote, nos encontramos en la entrada con un laberinto, con estacas enclavadas y tela enrollada para confundir a los niños que se aventuraban a encontrar la salida final. Entraron una a una: la primera, siempre la mayor de mis hijas, se adentró con cautela –se veían los movimientos de sus piernas, por debajo del nivel que la tela ocultaba- camino, se movía con dudas, pensaba, analizo y encontró la salida; la segunda en arriesgarse, la menor, entro y corrió y corrió y corrió, y todos veíamos como daba y daba vueltas… hasta encontrar la salida, entre feliz y espantada. Al final, la ahora próxima “psicoloca”, entro, se agacho, levanto la pinche tela y se salió de volada. Cada quien su vida.

GRADUACIONES

Ahora que concluyeron los estudios de la Generación de Psicólogos de la UAEM Tejupilco, se llevo a cabo una entrega de documentos, que acreditan a los estudiantes que pasaron satisfactoriamente el programa de estudios, que estuvo presidida por Isael Villa, en compañía de un “representaaaante” del Rector G(V)asca Pliego, la Coordinadora de la carrera, la Dra. Rosalinda y el Director del Plantel, el Dr. Tinoco.

La solemnidad del evento, enfundados los egresados en toga y con birrete, la foto obligada, el besamanos indispensable, la solemnidad pretendida de un acto circunstancial, de trámite, ramplón y cursi, me hizo recordar que mi primer contacto con esta mundo del reconocimiento fingido fue cuando comenzaba con mi experiencia de abarrotero en Temascaltepec, desarrollando y posicionando entonces al Mayoreo del Sur, como una tienda de autoservicio del primer mundo (jeje), en un pueblito que entonces era encantador.

Mientras en la Ciudad de México, estas ceremonias y eventualidades nadie las practica, si acaso una misa religiosa o unos tamalitos que creo se hicieron en el grupo que termino el sexto año de primaria, cuando hice mis estudios de grado básico a un costado del Zócalo del DF, ahora me veía rodeado de un entusiasmo y un frenesí inexplicable, ante la nimiedad de los logros alcanzados.

Recuerdo que llego un vecino que vivía en el barrio de Balberia, que desde entonces era la zona más marginal de Temascaltepec, y el cliente conocido era una persona que se sabía apenas y completaba el gasto familiar. Llego y ya medio “entonado” con unos alcoholes, me convido el gusto de que su hija salió de la escuela y a continuación me pidió una caja de Bacardi, tres de cerveza, una de Coca cola, dos bolsas de hielo, vasos y mientras me disponía a sumar la cuenta que debía pagar, se me ocurre preguntarle que había estudiado su hija, que lo tenía tan contento, y pronto me responde: ¡salió del kínder!

ARREGLANDO CALLES DE TEJUPILCO

Sin ningún aviso de por medio, ni cuidar los intereses de los vecinos, pero quizás lo peor, sin medidas de seguridad de ninguna especie, para garantizar la integridad de los peatones, dio inicio esta semana la reparación de las dos calles (al mismo tiempo, para colmo además) que unen a las calles de Juárez y la Ortiz de Domínguez, en este pueblo de Tejupilco.

Bloqueados los dos únicos accesos, desparramado el material en banquetas y accesos particulares, sin espacio para caminar, con los peones que trabajan en la peor de las caracterizaciones, imitando quizás al “Vitor”, Cantinflas, en la chacota, el albur a grito pelado, la pregunta obligada es ¿Quién gobierna en Tejupilco, para ir y reclamar este mal servicio?

Porque es obligatorio avisar, programar, cuidar, dejar accesos, trazar rutas, no ensuciar, guardar compostura y principalmente hacer la obra rápido y bien. Para eso les pagamos los ciudadanos, por eso están empleados, todos, desde el peón que a carcajadas moja la mezcla, hasta el Director de Obras, designado por el Presidente Municipal.