Este año de 2010, más que bicentenario o centenario, parece rememoración del asedio y guerra de conquista de la capital de la República Mexicana, la antigua Gran Tenochtitlan. Como hace 500 años, la Ciudad de México es atacada diariamente por los representantes más conspicuos de la negra herencia de la historia nacional, la parte conservadora y reaccionaria de México, los títeres de los enemigos históricos de la Patria nuestra: el Vaticano y los Estados Unidos de Norteamérica.
Es evidente, aún para quien no quiera ver, que México se ha dividido en dos partes antagónicas: por un lado el DF y su política social, su modernidad, cultura, desarrollo, adelantos políticos y económicos, su florecimiento equiparable a las modernas urbes de cualquier parte del mundo, frente al México provinciano, despojado, sometido, manipulado y pobre. Una capital liberal, laica y progresista y la patria restante, fanática, manipulada, en migración al norte, inculta e ignorante.
Un México de fuertes contrastes entre su capital, gobernada por partidos políticos de la llamada izquierda mexicana, con base en los principios y fines de la Revolución Mexicana Centenaria, y el resto de México (salvo excepciones discutibles, como Michoacán o Zacatecas) gobernado o sometido por el PAN, el partido político de la reacción a la historia nacional y conservador de valores y principios opuestos a México; y por el PRI, el partido emanado directamente de la Revolución, en su tránsito PNR-PRM-PRI y convertido en la actualidad, sin el Rey, el Fiel de la Balanza, El Presidente, que le dio cuerpo, rumbo y cohesión, en una entidad aun no definida plenamente, de poderes locales, de intereses de grupos y facciones, desbocado a galope, en su intentona por recuperar de nuevo el Poder Ejecutivo.
Y justamente aquí entra en escena el agua de Temascaltepec, la que ha sido utilizada –junto con otras trampas como la gripa inventada, o el dengue amenazador y claro la televisión guerrillera- en el arma principal para intentar someter, de sed y comodidades, por la CONAGUA, en manos de unos de los personajes más repugnante y tétrico de la política actual, José Luis Luege, quien en carambola de tres bandas se perfila claramente, el plan en contra de los Gobiernos del DF y del Estado de México.
Veamos entonces un repaso sobre la Cuarta Etapa del Sistema Cutzamala con la esperanza, que este ensayo ayude a los habitantes de esta región, a decidir lo mejor para todos los mexicanos que realmente amamos a nuestro país: a los que Eduardo del Rio, el célebre Rius, les llamaría alguna vez, los Supermachos. (¿Cuántos Don Perpetuos, Gedeones, Lechuzos, y Doñas Emecitas habrá en estas tierras?)
EL AGUA DE TEMASCALTEPEC
Las obras que componen el sistema Cutzamala fueron construidas a mediados de los años 40’s, con la finalidad de generar energía eléctrica para la Ciudad de México. Años después las modernas hidroeléctricas de Infiernillo, Malpaso y la Angostura, ocasionaron que el sistema Cutzamala dejara de ser conveniente para seguir generando la energía eléctrica que le dio origen, y por lo tanto se tomo la decisión de utilizarlo para el abastecimiento de agua para la capital.En 1975 se inicio la transformación del sistema Cutzamala en este propósito y se planeó la realización del proyecto en cuatro etapas: las tres primeras etapas aprovecharían las presas de Villa Victoria, Valle de Bravo y Colorines en el estado de México, así como dos pequeñas presas en Michoacán, ya construidas por la Comisión Federal de Electricidad; mientras que la Carta Etapa sería la única que supondría la construcción de una obra de infraestructura: la presa del Tule, en el municipio de Temascaltepec en el Estado de México. Entre 1975 y 1996 se ejecutaron las obras y entraron en operaciones sucesivamente. Primero inició la presa de Villa Victoria, con un caudal de 4 m³ x s; la segunda etapa la forman las presas de Valle de Bravo y la de Chilsedo que aportan respectivamente 6 y 1 m³; por último la presa de Colorines constituye la tercera etapa del Sistema Cutzamala con 8m³ x s de agua.
A la fecha el sistema Cutzamala abastece a la Zona Metropolitana de la Ciudad de México con un total de 19 m³ x s, que son enviados a través de un acueducto de 225 Km. de distancia, mediante bombas que suben el preciado líquido a más de 2,500 metros de altura, para ser repartidas en dos ramales: uno que corre hacia el sur de la ciudad y otro hacia el norte.Pendiente está la cuarta etapa, la de la Presa del Tule, planeada para producir un flujo de 5 m³ x s con lo que se completaría el sistema y se aprovecharía al 100% los dos ductos que ya están operando y que fueron diseñados y construidos para transportar hasta 24 m³ de agua por segundo.
Cabe señalar que dos de las argumentos principales en que insisten los responsables del Proyecto Temascaltepec son: que el agua de la cuarta etapa se utilizará en 18 municipios del estado de México, conurbados a la capital; y que el agua de esta última etapa, servirá para detener la explotación de pozos profundos en la cuenca del Lerma y en el municipio del Chalco, donde los hundimientos son de lo más acelerados.
Dotado de grandes recursos naturales, en Temascaltepec, el recurso más valioso es el agua que fluye por muchas partes. Desde la época colonial, el Real de Minas de Temascaltepec fue referencia constante y fuente de oro y plata extraídas del subsuelo, tanto por los conquistadores españoles, los invasores norteamericanos, y por inversionistas, alemanes e ingleses.La convulsión suscitada durante el México revolucionario, a principios del siglo XX, así como el agotamiento de sus recursos minerales, bajo las técnicas de extracción y explotación de la época, alejaron al municipio de Temascaltepec de los nuevos rumbos por donde se movía entonces el país. La concentración industrial y la urbanización de las ciudades, dejaron en el olvido el sur del estado de México, del que es puerta de entrada Temascaltepec.
Es evidente, aún para quien no quiera ver, que México se ha dividido en dos partes antagónicas: por un lado el DF y su política social, su modernidad, cultura, desarrollo, adelantos políticos y económicos, su florecimiento equiparable a las modernas urbes de cualquier parte del mundo, frente al México provinciano, despojado, sometido, manipulado y pobre. Una capital liberal, laica y progresista y la patria restante, fanática, manipulada, en migración al norte, inculta e ignorante.
Un México de fuertes contrastes entre su capital, gobernada por partidos políticos de la llamada izquierda mexicana, con base en los principios y fines de la Revolución Mexicana Centenaria, y el resto de México (salvo excepciones discutibles, como Michoacán o Zacatecas) gobernado o sometido por el PAN, el partido político de la reacción a la historia nacional y conservador de valores y principios opuestos a México; y por el PRI, el partido emanado directamente de la Revolución, en su tránsito PNR-PRM-PRI y convertido en la actualidad, sin el Rey, el Fiel de la Balanza, El Presidente, que le dio cuerpo, rumbo y cohesión, en una entidad aun no definida plenamente, de poderes locales, de intereses de grupos y facciones, desbocado a galope, en su intentona por recuperar de nuevo el Poder Ejecutivo.
Y justamente aquí entra en escena el agua de Temascaltepec, la que ha sido utilizada –junto con otras trampas como la gripa inventada, o el dengue amenazador y claro la televisión guerrillera- en el arma principal para intentar someter, de sed y comodidades, por la CONAGUA, en manos de unos de los personajes más repugnante y tétrico de la política actual, José Luis Luege, quien en carambola de tres bandas se perfila claramente, el plan en contra de los Gobiernos del DF y del Estado de México.
Veamos entonces un repaso sobre la Cuarta Etapa del Sistema Cutzamala con la esperanza, que este ensayo ayude a los habitantes de esta región, a decidir lo mejor para todos los mexicanos que realmente amamos a nuestro país: a los que Eduardo del Rio, el célebre Rius, les llamaría alguna vez, los Supermachos. (¿Cuántos Don Perpetuos, Gedeones, Lechuzos, y Doñas Emecitas habrá en estas tierras?)
EL AGUA DE TEMASCALTEPEC
Las obras que componen el sistema Cutzamala fueron construidas a mediados de los años 40’s, con la finalidad de generar energía eléctrica para la Ciudad de México. Años después las modernas hidroeléctricas de Infiernillo, Malpaso y la Angostura, ocasionaron que el sistema Cutzamala dejara de ser conveniente para seguir generando la energía eléctrica que le dio origen, y por lo tanto se tomo la decisión de utilizarlo para el abastecimiento de agua para la capital.En 1975 se inicio la transformación del sistema Cutzamala en este propósito y se planeó la realización del proyecto en cuatro etapas: las tres primeras etapas aprovecharían las presas de Villa Victoria, Valle de Bravo y Colorines en el estado de México, así como dos pequeñas presas en Michoacán, ya construidas por la Comisión Federal de Electricidad; mientras que la Carta Etapa sería la única que supondría la construcción de una obra de infraestructura: la presa del Tule, en el municipio de Temascaltepec en el Estado de México. Entre 1975 y 1996 se ejecutaron las obras y entraron en operaciones sucesivamente. Primero inició la presa de Villa Victoria, con un caudal de 4 m³ x s; la segunda etapa la forman las presas de Valle de Bravo y la de Chilsedo que aportan respectivamente 6 y 1 m³; por último la presa de Colorines constituye la tercera etapa del Sistema Cutzamala con 8m³ x s de agua.
A la fecha el sistema Cutzamala abastece a la Zona Metropolitana de la Ciudad de México con un total de 19 m³ x s, que son enviados a través de un acueducto de 225 Km. de distancia, mediante bombas que suben el preciado líquido a más de 2,500 metros de altura, para ser repartidas en dos ramales: uno que corre hacia el sur de la ciudad y otro hacia el norte.Pendiente está la cuarta etapa, la de la Presa del Tule, planeada para producir un flujo de 5 m³ x s con lo que se completaría el sistema y se aprovecharía al 100% los dos ductos que ya están operando y que fueron diseñados y construidos para transportar hasta 24 m³ de agua por segundo.
Cabe señalar que dos de las argumentos principales en que insisten los responsables del Proyecto Temascaltepec son: que el agua de la cuarta etapa se utilizará en 18 municipios del estado de México, conurbados a la capital; y que el agua de esta última etapa, servirá para detener la explotación de pozos profundos en la cuenca del Lerma y en el municipio del Chalco, donde los hundimientos son de lo más acelerados.
Dotado de grandes recursos naturales, en Temascaltepec, el recurso más valioso es el agua que fluye por muchas partes. Desde la época colonial, el Real de Minas de Temascaltepec fue referencia constante y fuente de oro y plata extraídas del subsuelo, tanto por los conquistadores españoles, los invasores norteamericanos, y por inversionistas, alemanes e ingleses.La convulsión suscitada durante el México revolucionario, a principios del siglo XX, así como el agotamiento de sus recursos minerales, bajo las técnicas de extracción y explotación de la época, alejaron al municipio de Temascaltepec de los nuevos rumbos por donde se movía entonces el país. La concentración industrial y la urbanización de las ciudades, dejaron en el olvido el sur del estado de México, del que es puerta de entrada Temascaltepec.
CONTINUARA…
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