El presente ensayo estaba originalmente planeado para su entrega en tres partes. Lamentablemente, la desgracia que ha azotado al municipio de Temascaltepec, principalmente al Pueblo de Mesón Viejo, y los automovilistas y transeúntes que tuvieron el infortunio de pasar al momento de los deslaves y avenidas de agua, lodo y piedras, me llevo a extender una parte más.
Por la oportunidad que significa pensar y repensar en la importancia del agua, de su manejo, en la responsabilidad de hacer del agua una cultura y un modo de ser. Muy lejos del oportunismo e incoherencias que se han vertido para explicar el desastre; o justificar lo que no se ha hecho y desviar la atención de lo que verdaderamente ocurrío.
Porque en gran medida, además de las lluvias torrenciales, atípicas (dicen los burócratas y zánganos que nos desgobiernan), la causa verdadera de esta hecatombe, por lo menos en la zona de La Peñuela, se encuentra en el desmonte salvaje, desenfrenado, por la ambición desmedida de los talamontes -por todos conocidos-; y de la grosera corrupción de todas las autoridades, municipales, estatales y federales que dejan que suceda esta expoliación.
CONCLUSIONES
Contaminados todos los cuerpos de agua; infestados por descargas industriales y urbanas los más importantes vasos acuíferos; azolvadas las presas por la deforestación indiscriminada del territorio nacional: el agua, estratégica y prioritaria para la vida humana, requiere mucho más que una cultura del agua que la cuide, que la aprecie, que la utilice racionalmente y que la valore.Con un consumo promedio diario de 300 litros de agua por habitante, la ciudad de México y sus municipios conurbados, registran índices alarmantes en todos los órdenes, peor aún si se consideran las tasas de crecimiento poblacional, y la acelerado concentración demográfica que prevé un aumento poblacional en el Valle de México, superior a 30 millones de habitantes para el año 2012.
El año 2010 es año de aniversarios fundamentales y puede ser símbolo de cambio en México. Esperanza renovada de que las cosas sean de otra manera; quizás lo primero que tenga que cambiar sean las relaciones entre la ciudad capital y el resto del país y democráticamente, replantear los términos de intercambio de nuestros recursos naturales.Si bien el artículo 27 constitucional establece claramente que todas las aguas son originariamente de la nación, es de elemental justicia y equidad que el proyecto Temascaltepec en caso de llevarse a cabo, se realice en términos completamente diferentes a los hasta ahora concebidos. No en su ingeniería, esta podría ser superior a la diseñada hace 15 años, pero si en relación a los términos de intercambio con las zonas urbanas a las que abastecerá y beneficiaría: resulta inconcebible que medio litro de Coca Cola se venda en siete pesos, en tanto que 5 m³ x s de agua, no valgan nada.
Como en el mito fundacional del juego del ajedrez, las cuentas por el agua pueden alcanzar cantidades exorbitantes. Tan solo a un centavo el litro, el precio diario por el agua de la cuarta etapa de Temascaltepec sumaría más de $480 mil dólares diarios, es decir una cantidad mayor a 6 millones de pesos diarios. Esto significa recursos para crear un Banco de Agua, para dotar de recursos directos al campo, a las escuelas, generar empleo, derramas económicas, detener la migración al norte. Riquezas que beneficiarían a familias desintegradas, a alcohólicos desenfrenados, a jóvenes que NI estudian NI trabajan. Es una fantasía, pero así se hace la política social y nacional
La moraleja dice que el origen del ajedrez era enseñarle al rey, que solo con la ayuda de todas las piezas del tablero saldría adelante y que pequeñas partes pueden sumar cantidades inimaginables.
Por la oportunidad que significa pensar y repensar en la importancia del agua, de su manejo, en la responsabilidad de hacer del agua una cultura y un modo de ser. Muy lejos del oportunismo e incoherencias que se han vertido para explicar el desastre; o justificar lo que no se ha hecho y desviar la atención de lo que verdaderamente ocurrío.
Porque en gran medida, además de las lluvias torrenciales, atípicas (dicen los burócratas y zánganos que nos desgobiernan), la causa verdadera de esta hecatombe, por lo menos en la zona de La Peñuela, se encuentra en el desmonte salvaje, desenfrenado, por la ambición desmedida de los talamontes -por todos conocidos-; y de la grosera corrupción de todas las autoridades, municipales, estatales y federales que dejan que suceda esta expoliación.
CONCLUSIONES
Contaminados todos los cuerpos de agua; infestados por descargas industriales y urbanas los más importantes vasos acuíferos; azolvadas las presas por la deforestación indiscriminada del territorio nacional: el agua, estratégica y prioritaria para la vida humana, requiere mucho más que una cultura del agua que la cuide, que la aprecie, que la utilice racionalmente y que la valore.Con un consumo promedio diario de 300 litros de agua por habitante, la ciudad de México y sus municipios conurbados, registran índices alarmantes en todos los órdenes, peor aún si se consideran las tasas de crecimiento poblacional, y la acelerado concentración demográfica que prevé un aumento poblacional en el Valle de México, superior a 30 millones de habitantes para el año 2012.
El año 2010 es año de aniversarios fundamentales y puede ser símbolo de cambio en México. Esperanza renovada de que las cosas sean de otra manera; quizás lo primero que tenga que cambiar sean las relaciones entre la ciudad capital y el resto del país y democráticamente, replantear los términos de intercambio de nuestros recursos naturales.Si bien el artículo 27 constitucional establece claramente que todas las aguas son originariamente de la nación, es de elemental justicia y equidad que el proyecto Temascaltepec en caso de llevarse a cabo, se realice en términos completamente diferentes a los hasta ahora concebidos. No en su ingeniería, esta podría ser superior a la diseñada hace 15 años, pero si en relación a los términos de intercambio con las zonas urbanas a las que abastecerá y beneficiaría: resulta inconcebible que medio litro de Coca Cola se venda en siete pesos, en tanto que 5 m³ x s de agua, no valgan nada.
Como en el mito fundacional del juego del ajedrez, las cuentas por el agua pueden alcanzar cantidades exorbitantes. Tan solo a un centavo el litro, el precio diario por el agua de la cuarta etapa de Temascaltepec sumaría más de $480 mil dólares diarios, es decir una cantidad mayor a 6 millones de pesos diarios. Esto significa recursos para crear un Banco de Agua, para dotar de recursos directos al campo, a las escuelas, generar empleo, derramas económicas, detener la migración al norte. Riquezas que beneficiarían a familias desintegradas, a alcohólicos desenfrenados, a jóvenes que NI estudian NI trabajan. Es una fantasía, pero así se hace la política social y nacional
La moraleja dice que el origen del ajedrez era enseñarle al rey, que solo con la ayuda de todas las piezas del tablero saldría adelante y que pequeñas partes pueden sumar cantidades inimaginables.
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