TEMASCALTEPEC
Realice mis estudios preparatorios en la Escuela Nacional Preparatoria #1 Gabino Barreda, de la UNAM, en el antiguo Colegio de San Ildefonso, parte de la historia de México desde 1588 en que fue construido por la Compañía de Jesús, y actor fundamental de la vida intelectual de nuestra nación, a partir de 1867 en que las reformas de Benito Juárez le otorgaron el rango de Escuela Nacional Preparatoria, y de 1910 en que Justo Sierra la integra a la Universidad Nacional. Fui Presidente de mi generación 1972-1974, y en esas aulas aprendí los valores más importantes que me han conducido por la vida. De claros tintes positivista, en la prepa se repetían sin cesar los postulados de Augusto Comte y Herbert Spencer:
“Uno de los aspectos que vale la pena resaltar, por su importancia dentro del positivismo comtiano, es el rechazo de las tesis y doctrinas teológicas, a favor de las científicas positivas. El punto central de esta cuestión descansa sobre la consideración de las leyes naturales, descubiertas por las ciencias a través del método positivo, como las verdaderas ordenadoras y únicas capaces de explicar el devenir de la realidad, dejando de lado como retrógradas, falsas y oscuras las explicaciones teológicas al respecto, entre ellas la de la divina providencia, la creación ex ni hilo, el hombre como criatura de Dios”
Pero más allá de la discusión de las tesis en Leopoldo Zea, Justo Sierra y por supuesto Gabino Barreda, la Preparatoria fue el crisol donde encontré el sentido exacto de la palabra LIBERTAD: de Cátedra, de Pensamiento, de Movimiento, de Expresión, gracias a los eméritos profesores que tuve la dicha y fortuna de aprehender, los nombres de Salvador Mosqueira, María Teresa Landa, Juan Pablo Álvarez o Álvaro Gamiochipi son solo algunos, de los testimonios invaluables que jamás podré olvidar.
Más la Preparatoria fue mucho, mucho más que las enseñanzas recibidas: era el conjunto arquitectónico enorme, de tres edificios y tres niveles, con los murales en que Rivera, Siqueiros y Orozco plasmaron el sentido y origen de México; era la ubicación del plantel en el Centro de la Gran Ciudad de México, con sus museos, oficinas, restoranes, su gente y comercio, cines y teatros. Hay que recordar que el orígen de la porra universitaria del ¡GOYA! se atribuye al cine Gloria, a donde se iba la palomilla de pinta, en funciones matinales o en los programas vespertinos de 3 películas por $4 pesos.
En 1989 llegue a vivir a Temascaltepec y decidí participar en la educación local, al contar ante todo con esa experiencia invaluable, además de mis estudios y años como Profesor de la UNAM. Encontré que solo la Preparatoria podía ser el espacio catedrático y lo tome con gusto y filosofía. Era una forma de retribuir a esta tierra, el beneficio de recibirme como vecino con mi familia.
No obstante, desde un inicio pude observar que el atraso de la institución era de más de 20 años. Los programas obligatorios asignados por la UAEM, trataban entre otras materias, de un mundo marxista y de una división geopolítica bipolar que para entonces se derrumbaba en Berlín. Eran las exigencias de los burócratas enclavados en ese apéndice del gobernador en turno del estado de México, llamada UAEM.
Actualmente todo en México ha cambiado, para mal. Quienes se han apoderado de la preparatoria de Temascaltepec, -sujetos conservadores, retrógrados, intolerantes- se empeñan en imponer, además de programas desvinculados y oscurantistas, bibliografía por ejemplo en la materia de economía que hace 40 años, fueron quemados, tal cual, en el estacionamiento de la Facultad de Economía de la UNAM, de donde soy egresado; y libros de texto –horrorosamente zalameros, obligatoriamente de la UAEM (no conocen otros, los ínclitos personajes que trabajan de maestros allí) y muy caros también- como el de biología, que insiste en sugerir la reflexión de lagunas de la ignorancia superadas hace 500 años, como si la tierra es plana o el origen divino de la humanidad.
Siempre he estado dispuesto a participar en la educación superior en la región, aún sin cobrar por mis enseñanzas, aún ahora que la impartición de clases se ha convertido en un modus vivendi y en una necesidad, controlada por mafias y cofradías. Pero en ese entonces de hace 20 años, la Preparatoria de Temascaltepec era un ícono y una realidad maravillosa, para esta región que imaginaba a Temas, como la futura Atenas del Sur del Estado de México.
Desgraciadamente ese sueño se ha esfumado y hoy la prepa de Temascaltepec, al igual que todo el sistema de educación público nacional se ha derrumbado de manera escandalosa y se ha convertido en un obstáculo para el progreso de México, en una manera de control y de sometimiento del estudiantado y de la juventud y en un pingüe negocio nada claro, por cierto.
“Uno de los aspectos que vale la pena resaltar, por su importancia dentro del positivismo comtiano, es el rechazo de las tesis y doctrinas teológicas, a favor de las científicas positivas. El punto central de esta cuestión descansa sobre la consideración de las leyes naturales, descubiertas por las ciencias a través del método positivo, como las verdaderas ordenadoras y únicas capaces de explicar el devenir de la realidad, dejando de lado como retrógradas, falsas y oscuras las explicaciones teológicas al respecto, entre ellas la de la divina providencia, la creación ex ni hilo, el hombre como criatura de Dios”
Pero más allá de la discusión de las tesis en Leopoldo Zea, Justo Sierra y por supuesto Gabino Barreda, la Preparatoria fue el crisol donde encontré el sentido exacto de la palabra LIBERTAD: de Cátedra, de Pensamiento, de Movimiento, de Expresión, gracias a los eméritos profesores que tuve la dicha y fortuna de aprehender, los nombres de Salvador Mosqueira, María Teresa Landa, Juan Pablo Álvarez o Álvaro Gamiochipi son solo algunos, de los testimonios invaluables que jamás podré olvidar.
Más la Preparatoria fue mucho, mucho más que las enseñanzas recibidas: era el conjunto arquitectónico enorme, de tres edificios y tres niveles, con los murales en que Rivera, Siqueiros y Orozco plasmaron el sentido y origen de México; era la ubicación del plantel en el Centro de la Gran Ciudad de México, con sus museos, oficinas, restoranes, su gente y comercio, cines y teatros. Hay que recordar que el orígen de la porra universitaria del ¡GOYA! se atribuye al cine Gloria, a donde se iba la palomilla de pinta, en funciones matinales o en los programas vespertinos de 3 películas por $4 pesos.
En 1989 llegue a vivir a Temascaltepec y decidí participar en la educación local, al contar ante todo con esa experiencia invaluable, además de mis estudios y años como Profesor de la UNAM. Encontré que solo la Preparatoria podía ser el espacio catedrático y lo tome con gusto y filosofía. Era una forma de retribuir a esta tierra, el beneficio de recibirme como vecino con mi familia.
No obstante, desde un inicio pude observar que el atraso de la institución era de más de 20 años. Los programas obligatorios asignados por la UAEM, trataban entre otras materias, de un mundo marxista y de una división geopolítica bipolar que para entonces se derrumbaba en Berlín. Eran las exigencias de los burócratas enclavados en ese apéndice del gobernador en turno del estado de México, llamada UAEM.
Actualmente todo en México ha cambiado, para mal. Quienes se han apoderado de la preparatoria de Temascaltepec, -sujetos conservadores, retrógrados, intolerantes- se empeñan en imponer, además de programas desvinculados y oscurantistas, bibliografía por ejemplo en la materia de economía que hace 40 años, fueron quemados, tal cual, en el estacionamiento de la Facultad de Economía de la UNAM, de donde soy egresado; y libros de texto –horrorosamente zalameros, obligatoriamente de la UAEM (no conocen otros, los ínclitos personajes que trabajan de maestros allí) y muy caros también- como el de biología, que insiste en sugerir la reflexión de lagunas de la ignorancia superadas hace 500 años, como si la tierra es plana o el origen divino de la humanidad.
Siempre he estado dispuesto a participar en la educación superior en la región, aún sin cobrar por mis enseñanzas, aún ahora que la impartición de clases se ha convertido en un modus vivendi y en una necesidad, controlada por mafias y cofradías. Pero en ese entonces de hace 20 años, la Preparatoria de Temascaltepec era un ícono y una realidad maravillosa, para esta región que imaginaba a Temas, como la futura Atenas del Sur del Estado de México.
Desgraciadamente ese sueño se ha esfumado y hoy la prepa de Temascaltepec, al igual que todo el sistema de educación público nacional se ha derrumbado de manera escandalosa y se ha convertido en un obstáculo para el progreso de México, en una manera de control y de sometimiento del estudiantado y de la juventud y en un pingüe negocio nada claro, por cierto.
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